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Archive for 19 noviembre, 2009

Mesa de la unidad caminó para exigir salud

La caminata partió desde la avenida Sucre en reclamó a un eficiente servicio de salud regional
“No estamos mendigando, sino exigiendo salud”, señaló tajantemente Inés León.

Para exigir por un mejor servicio de salud, miembros de la mesa de la unidad y diferentes organizaciones políticas de la ciudad realizaron una caminata la mañana de este miércoles en la capital bolivarense.

La movilización se desarrolló aproximadamente de las 10:00 de la mañana desde la avenida Sucre, en las adyacencias de la terminal de pasajeros, para llegar a la sede del Instituto de Salud Pública del estado Bolívar, en el Paseo Meneses.

Con pancartas en mano alusivas a la crisis que azota al sector salud, desde la falta de insumos, el deterioro de las infraestructuras hospitalarias, y el estado de insalubridad, el grupo de manifestantes caminó bajo la consigna de “no a la guerra y sí a la salud”.

“Esta protesta no es más que para decirle a la presidenta del ISP, Ana Ginet Morales, al gobernador del estado y al ministro de Salud, Carlos Rotondaro, que estamos en la región urgidos de salud”, señaló Inés León, representante de la mesa de la unidad y de la organización Guayana Viva.

Mesa de alto nivel

Pedro Rondón, representante del sector laboral, en apoyo a esta movilización, afirmó que “tenemos que exigirle al Gobierno nacional hoy más que nunca mayor seguridad de salud, más dotación en los centros hospitalarios, y atención en un servicio indispensable”.

Rondón planteó la necesidad de poner en práctica un plan de salud de cara a la época navideña, manifestando la preocupación de diversos sectores políticos, gremiales y sociedad civil a la problemática asistencial que cada vez se acentúa en el estado Bolívar, y en especial en su capital.

Subrayó que es obligación del Gobierno nacional garantizarle la salud al pueblo, de acuerdo a la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela.

Los manifestantes plantearon la instalación de una mesa de alto nivel para buscarle solución a una problemática, que parece no encontrar dolientes en las autoridades regionales.

“La atención médica debe ser prioridad ahora, y siempre”, recalcó Rondón, y agregó que la mesa democrática de la unidad insta al gobierno regional, nacional y municipal, a los fines de buscar la viabilidad ética, financiera y humana para rehabilitar el Hospital Ruiz y Páez.

Además, exhortó al gremio médico, enfermeras y trabajadores de la salud a sumarse en una cruzada por el rescate del sistema de salud regional.

Con cifras

De acuerdo con los voceros de la caminata por la salud en Ciudad Bolívar, en el país la crisis en el sector se agudiza con las cifras de epidemias y enfermedades, existiendo 45 mil casos de dengue y 112 decesos por la influenza AH1N1, entre ellos 19 mujeres embarazadas y nueve indígenas de la etnia Yanomami. “El alto Orinoco está contaminado, donde hay 500 personas con este virus y ya se anunció las medidas de emergencias, pero no se ven por ningún lado esos programas de salud”, señaló Inés León, de Guayana Viva.

Esgrimió sobre un problema que afecta a toda la red ambulatoria, donde no se pueden aplicar “ningunos” programas “porque no tienen dotación de insumos médicos y material de apoyo informativo de salud”.

“El llamando es a las autoridades a dar salud. No estamos mendigando sino exigiendo”, sentenció.

Cuatro universidades concentran al menos 59 delitos cada semana

Estudiantes de Caracas son víctimas dentro y cerca de sus casas de estudio

«Nos dan las laptops y los celulares», gritaban los dos sujetos armados que, para asombro de los muchachos, entraron a la sala de estudios a la que todos conocen como «el 24» en la Universidad Metropolitana, y en la que los jóvenes se dedicaban a desentrañar sus apuntes para los parciales. Pronto se dieron cuenta de que las pistolas eran falsas, así que los estudiantes los sometieron y los entregaron a Polisucre.

Nicolás Cárdenas, presidente del Consejo Estudiantil de la Metropolitana, explica que este asalto, ocurrido en julio, es muestra del problema.

Y es que las universidades y sus alrededores son ahora un lugar codiciado para los delincuentes que en promedio atacan a unos 59 jóvenes a la semana, y esta cifra sólo incluye a la Central, Metropolitana, Santa María y Santa Rosa, las más vulnerables.

Cárdenas cuenta que al principio de este semestre dentro de la Unimet detuvieron a un sujeto que, haciéndose pasar por estudiante, hurtaba celulares de última generación. Además, hace cuatro meses, una noche de domingo, se llevaron una camioneta y dos motos del servicio de vigilancia interna: sólo apareció la camioneta en La Bombilla.

Explica Cárdenas que el principal problema son los alrededores, especialmente cuando pasan entierros de motorizados. En las colas del distribuidor Metropolitano semanalmente se sabe de al menos cuatro asaltos. «Cuando ha habido problemas dentro de la Unimet la respuesta de Polisucre es buena, pero no en prevención, salvo en el caso de la parada del autobús que viene a la universidad desde El Marqués, donde hay un policía fijo».

En la misma zona, estudiantes de la USM sufren aun más la inseguridad, tal como lo demostró el ataque del lunes a los estudiantes y al chofer de la línea Cultura, pero allí, en parte, el problema es interno. Aunque ahora los estudiantes deben identificarse al abordar los buses, todavía en las unidades y dentro de la USM ocurren unos 20 asaltos semanales, tal como lo explica Danhalit Zamallaoa, consejera de facultad.

Parte de los reclamos de iluminación de los estudiantes se debe a que en la USM se han registrado robos de vehículos, intentos de violaciones a jóvenes, asaltos dentro de los salones, e incluso esperan para robar los equipos de los estudiantes de Odontología. Hasta el final de la tarde de este miércoles el tema era discutido en el Consejo Universitario. Los estudiantes esperan que se fortalezca la seguridad interna; e incluso, si es necesario, usar detectores de metales para subir a los autobuses y entrar a la USM.

UCV la más vulnerable Pero la casa de estudios donde hay más delitos es en la UCV. Tal como explica Ricardo Sánchez, presidente saliente de la Federación de Centros de Estudiantes, cada semana «hay asaltos, robos de carros y secuestros express».

Explica que hasta julio eran unos doce casos diarios. Pero desde entonces se implementó el Plan 100% Seguro -que consta de prevención, incremento de la denuncia y respuesta mayor de la policía- y esa cifra ha disminuido a cinco casos diarios. Aun así en el año se han denunciado seis violaciones a estudiantes.

Sánchez explica que las horas más peligrosas son entre las 4 y las 7 a.m., hora a la que llegan los estudiantes de las ciudades periféricas, y entre 5 y 10 p.m.; y los sectores más vulnerables son el edificio de transbordo, Medicina, Odontología, la Facultad de Economía y entradas de la UCV.

Apunta que aunque el plan de seguridad contempla la prohibición de entrada a motorizados, de carros no autorizados después de las 9 p.m., el uso de la calcomanía y la prohibición de consumo de bebidas alcohólicas dentro de la UCV, lo cierto es que la inseguridad persiste, pues las autoridades no cumplen con su parte y la vigilancia, aunque hace lo posible, no tiene armas.

Otro caso es la Universidad Santa Rosa en Sabana del Blanco. Maritza Mendoza, estudiante de ese centro, cuenta que en mayo pasado violaron a una profesora al salir. Además, a poca distancia de la entrada, en una plazoleta cerca de la avenida Baralt, cada día son robados dos estudiantes; por ello, desde hace un mes la universidad asignó un transporte en la noche para llevar a los jóvenes hasta el metro.

Pero la inseguridad y la falta de presencia policial en las calles han sobrepasado las universidades, y los padres de estudiantes de colegios como el San José de Tarbes, en La Florida, han comenzado a denunciar los asaltos a sus hijos y a ellos mismos en las colas que se hacen a la hora de entrada y salida de los colegios.

Laura Dávila Truelo
EL UNIVERSAL

Categorías: La Causa Radical