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Trabajo Decente, estrategia de la OIT para combatir la pobreza

Educación y Desarrollo/José María Fernández

El concepto promueve el diálogo social y el tripartismo que supone conjugar la competencia de los contrarios con la cooperación.

La Escuela de Relaciones Industriales de la universidad Católica Andrés Bello sede Guayana ha realizado una serie de eventos con motivo de celebrarse en octubre de cada año la “Jornada Mundial del Trabajo Decente” que han consistido en entrevistas publicadas por los medios escritos de la ciudad, programas de radio, entrevistas televisivas que han culminado con la celebración de un Foro el día 14 del mismo mes. El objetivo de tales actividades consiste en difundir la categoría del Trabajo Decente acuñada por la Organización Internacional del Trabajo (OIT) entre los habitantes de Ciudad Guayana y en promover lugares de encuentro entre los actores sociales (empleadores, trabajadores, universidades y gobierno) para activar acciones y acuerdos que nos impulsen a la creación de empleos dignos y productivos.

Pero ¿qué es el Trabajo Decente? A mucha gente le causa sorpresa el término pues asignan al adjetivo decente una connotación moral y les sugiere preguntas como ¿es que nuestro trabajo es indecente? Así mismo otros prefieren hablar de empleo en vez de trabajo pues este lo sufrimos siempre pero el empleo no. Sin embargo la Real Academia de la Lengua define también “trabajo” como ocupación retribuida, y “decente” como suficiente en cantidad y calidad. En todo caso la OIT acuñó esta categoría internacionalmente y le asignó el siguiente significado: “Trabajo Decente es trabajo productivo en condiciones de libertad, equidad, seguridad y dignidad, en el cual los derechos son protegidos y que cuenta con remuneración adecuada y protección social” (OIT 1999).

Este concepto supone una concentración y síntesis de los derechos, avances, y logros alcanzados por los trabajadores y empleadores con respecto al mundo laboral y su relación con el desarrollo económico y social de los países.

Los países miembros de la OIT institucionalizaron el concepto de Trabajo Decente en la “Declaración conjunta de la OIT sobre la justicia social para una globalización equitativa” (2008) y se comprometieron a promover el Programa de Trabajo Decente como estrategia del Desarrollo y superación de la pobreza.

A este programa le asigna cuatro objetivos que son los componentes esenciales del mismo:

1. Promover el empleo creando un entorno económico sostenible. En medio de la crisis económica y social que sufre el mundo, la prioridad en la agenda del desarrollo será la creación de nuevos y mejores empleos productivos que aporten valor agregado a la economía y que la hagan sustentable en el tiempo. Para ello es necesario preparar a las personas para la empleabilidad en un mundo en que las demandas cambian rápidamente y donde el conocimiento es elemento esencial de las nuevas demandas de personal. La urgencia de crear un Sistema Nacional de cualificaciones de oficios por competencias y la necesidad de invertir fundamentalmente en formación de recursos humanos para nuevas profesiones que demanda la sociedad es tarea impostergable.

Simultáneamente se debe promover el emprendedurismo y se deben aplicar políticas para que las empresas sean sostenibles en el tiempo y puedan generar por medio de la investigación e innovación nuevas fuentes de trabajo decente.

2. Adoptar medidas de protección social: Este objetivo supone crear un sistema de seguridad social que garantice unas condiciones saludables y seguras en el trabajo, protección de los trabajadores y su familia frente a problemas de salud y educación, asistencia y jubilación digna para disfrutar la tercera edad, justa distribución de salarios y ganancias para llevar una vida digna.

3. Promover el diálogo social y el tripartismo: En un mundo posmoderno donde las visiones del mundo son tan diversas, y los intereses de grupo tienden a confrontar y dominar al adversario, es necesario crear espacios de encuentro y acuerdos básicos fundamentales para lograr objetivos superiores que a la larga beneficiarán a todas las organizaciones en conflicto. El tripartismo supone conjugar la competencia de los contrarios con la cooperación. Sólo logrando consensos en función de objetivos comunes un país podrá alcanzar niveles superiores de desarrollo. Por ello es fundamental para lograr un crecimiento sostenible que exista una mesa de diálogo y acuerdos entre empleadores, trabajadores y gobierno.

4. Respetar y promover los principios fundamentales en el trabajo: El derecho de los trabajadores y empleadores de asociarse libremente para defender sus intereses es un derecho humano fundamental. La libertad de asociación, libertad sindical, y el derecho a la negociación colectiva han sido conquistas logradas por trabajadores y empleadores. Es esencial a estas organizaciones su autonomía de funcionamiento sin ningún tipo de dependencia de gobierno o ideología. La agenda del trabajo decente promueve el fortalecimiento de las organizaciones sindicales y empresariales autónomas y la facultad que tengan estas de forma independiente a suscribir convenciones colectivas de trabajo donde se fijen las normas de relación laboral empleador-empleado.

Estos cuatro objetivos constituyen el reto principal planteado en función de lograr trabajo decente para todos.

No puede dejarse ninguno de lado. Bien articulados y aplicados contribuyen al desarrollo de un círculo virtuoso de crecimiento económico que impulsa un desarrollo social y éste de nuevo induce a un crecimiento económico sostenible.

Es hora de que autoridades, sindicatos, cámaras de empleadores y universidades se sumen en Venezuela y Ciudad Guayana a la tarea de promover el trabajo decente como estrategia para superar la pobreza y lograr un desarrollo humano sostenible y calidad de vida para la población.

jfernandar@cantv.net

Categorías: Chema, OIT, Trabajo Decente

Trabajo decente para reducir la pobreza y la desigualdad

El foro que se realizará en la UCAB es gratuito, indicaron Tello Benítez y José María Fernández, del comité organizador


La Universidad Católica Andrés Bello-Guayana realizará un foro sobre este concepto, introducido en 1999 por la Organización Internacional del Trabajo.

 Los 7 de octubre de cada año se realiza la Jornada Mundial por el Trabajo Decente, una actividad organizada desde hace cuatro años por la Confederación Sindical Internacional. El término “trabajo decente” acuñado desde hace más de una década, es desconocido por buena parte de la población venezolana.

Un informe de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) destaca que el concepto de trabajo decente, introducido en 1999 por la Organización Internacional del Trabajo (OIT), “expresa el amplio objetivo de que mujeres y hombres tengan oportunidades de empleo productivo en condiciones de libertad, equidad, seguridad y dignidad”.

Éstas son las principales características del trabajo decente, por lo tanto “un empleo decente está cubierto por la seguridad social y garantiza la protección de las leyes laborales, así como la posibilidad de expresarse a través de organizaciones de trabajadores libremente elegidas”. El trabajo decente es una de las vías para combatir la pobreza y, sin dudas, las desigualdades en la distribución del ingreso.

En el marco de esta jornada mundial, la escuela de Relaciones Industriales de la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB) abrió un espacio para realizar un foro sobre el trabajo decente, como una estrategia de la OIT para combatir la pobreza. La actividad se realizará el próximo 14 de octubre en el auditorio de la biblioteca de la casa de estudios, de 7:30 de la mañana a 12:00 del mediodía.

El foro será instalado por el rector de la UCAB, José Virtuoso. Intervendrán como ponentes José María Fernández, doctor en formación, empleo y desarrollo; León Arismendi, profesor de derecho del trabajo de la Universidad Central de Venezuela y miembro del Instituto de Desarrollo de la Gerencia Económica y Social (Ideges), e Ismael Pérez Vigil, asesor de la Confederación de Industriales de Venezuela (Conindustria).

Trabajo precario
A juicio del abogado Eleuterio Benítez, el trabajo decente debería ser una de las banderas de los sindicatos, sobre todo en gobiernos como el de Venezuela con poco interés en aplicarlo.

La Declaración Universal de Derechos Humanos pone las bases del derecho al trabajo decente en su artículo 23, en el que se señala que “Toda persona tiene derecho al trabajo, a la libre elección de su trabajo, a condiciones equitativas y satisfactorias de trabajo y a la protección contra el desempleo”, destaca la Cepal.

Además, el primer objetivo de Desarrollo del Milenio es erradicar la pobreza extrema y el hambre. La Meta 1B es “lograr empleo pleno y productivo, y trabajo decente para todos, incluyendo las mujeres y los jóvenes”, de modo, que el término es de gran importancia en el ámbito laboral.

Benítez destacó que existen experiencias positivas en países como Brasil, en donde se elaboró un listado de indicadores para monitorear y elaborar un perfil del trabajo decente. En 2003, señala la Cepal, antes de que las Naciones Unidas adoptaran la nueva meta de empleo, se propuso en Argentina un objetivo adicional a nivel nacional sobre la promoción del trabajo decente, que incluye la meta de incrementar la cobertura de la protección social.

El caso venezolano es particular. “No solo la mayoría de los trabajos no son decentes sino que hay un incremento del trabajo precario, la situación es sumamente grave y si evaluamos aspectos como la libertad sindical, la situación es peor”, indicó el abogado.

“El trabajo decente es un compromiso del Estado y el próximo Gobierno tiene que luchar por esto”, añadió, al explicar que el Gobierno actual niega la realidad de las organizaciones empresariales y sindicales y no dialoga. “Los sindicatos están muy divididos y la mayoría de los trabajadores no está sindicalizado”, expuso.

“La tarea es grande sobre todo para el movimiento sindical”.

Estrategia efectiva

El doctor en formación, empleo y desarrollo, José María Fernández, destacó que el trabajo decente pasa por una serie de condiciones, entre las que destacan empleos de calidad y en cantidades suficientes; ingresos suficientes para una vida digna; seguridad en el empleo; formación permanente; fortalecimiento sindical y negociación colectiva y participación de los trabajadores en decisiones de política económica y social.

Asimismo, precisó, diálogo social y tripartita entre trabajadores, empresa y Gobierno; protección social en el empleo y la sociedad, y condiciones de libertad y equidad.

“Esta es una estrategia para la superación de la pobreza. No creo que haya una estrategia diferente para esto”, recalcó.

Fernández toma como ejemplo el caso de Brasil, en donde 40 millones de personas fueron sacadas de la pobreza, dijo. “Eso no lo consiguen las políticas asistencialistas”.

El estudiante de cuarto año de Relaciones Industriales de la UCAB, Francisco Gutiérrez, explicó que todos los años realizan junto al campus de Caracas un modelo de la OIT, en el que han reforzado la importancia del trabajo decente. En el modelo participan, de manera simulada, trabajadores, Gobierno y empresas.

“El trabajo decente es el núcleo del cual parte todo lo demás. Un trabajo puede ser productivo pero también digno”, indicó.

En un escenario como Guayana, asiento de industrias tanto públicas como privadas, así como de profundo malestar por el incumplimiento de convenciones colectivas, amenazas a la libertad sindical, desigualdad y ascenso de la precariedad laboral, el foro encuentra un espacio oportuno.

Cuatro ejes

El Programa de Trabajo Decente de la OIT tiene cuatro objetivos estratégicos: crear trabajo, garantizar los derechos de los trabajadores, extender la protección social y promover el diálogo social.

“El trabajo decente refleja las prioridades de la agenda social, económica y política de países y del sistema internacional. En un período de tiempo relativamente breve, este concepto ha logrado un consenso internacional entre gobiernos, empleadores, trabajadores y la sociedad civil sobre el hecho de que el empleo productivo y el trabajo decente son elementos fundamentales para alcanzar una globalización justa, reducir de la pobreza y obtener desarrollo equitativo, inclusivo y sostenible”.

Para más información: www.ilo.org/spanish

Populismo vs desarrollo/José María Fernández

El etnógrafo vasco Julio Caro Baroja escribió en 1981 un excelente ensayo titulado Reflexiones sobre el populismo. Se pasea por los diccionarios, la literatura, la filosofía y la historia buscando el significado de pópulus “pueblo”, folk, “narod”. Descubre dos significados fundamentales del mismo: 1. “La voz del pueblo es la voz de Dios” y 2. “plebeyos, gente común y ordinaria, gente que necesita de tutela o de vigilancia”.

El interés por lo popular (“folklore”, “volkskunde”) se fundamente en dos hechos: 1. “la idealización artística de lo popular” y 2. “la idealización política de las masas”. Estos arquetipos influenciaron no sólo en el arte sino en la generación de movimientos políticos populistas como los que se opusieron a las ideas de la revolución francesa, el movimiento eslavófilo ruso que idealizó todo sentimiento popular y las tradiciones comunitarias frente a la modernización del estado y que fue combatido luego por los comunistas. El populismo está en la génesis de los fascismos europeos del siglo XX el italiano, el alemán y el español.

Caro Baroja señala 7 elementos que configuran una actitud populista:

“1. El populista, en su programa de gobierno, quiere hallar la base en una identidad primitiva o en un pasado remoto. 2. Este pasado se caracteriza por unas cuantas notas homogéneas, acordes y positivas, claro que no excluyen rasgos anti civilizados. 3. Para ello tiene que ocultar, seleccionar o deformar si es preciso la realidad histórica. 4. idealiza al pueblo sin fijar bien sus caracteres aunque da como fundamentales las ideas de raza, lengua o clase social (campesino, etc.) unida a características anímicas. 5. Menosprecia a los elementos foráneos caracterizándolos de modo peyorativo y atribuye todo mal a influencias exteriores, incluso a la civilización. 6. Pretende por otro lado actuar revolucionariamente, destruyendo las instituciones que rigen en el momento porque las considera impuestas por un poder tiránico y advenedizo. 7. Pretende crear un estado nuevo frente a otro anterior, que es malo en su conjunto”.

El populismo latinoamericano ha sido impulsado históricamente por caudillos (la mayoría militares) que han proclamado el valor supremo de la patria y asumen que son herederos ungidos por los Libertadores. Estos líderes fundamentan su acción política en la frustración que sienten las mayorías del país ante el deterioro económico y social producido por los que han gobernado con anterioridad a ellos. Reivindican cambios revolucionarios, manejan un discurso nacionalista de defensa de la soberanía, se vinculan fuertemente con los sentimientos populares y sus esperanzas y establecen una relación directa caudillo-pueblo que sustituye las instituciones del Estado por organismos que ejercen la función de afiliación del pueblo al “salvador de la patria”.

En el populismo se crea un sistema de relaciones políticas con el poder que no diferencia entre los organismos del Estado y los del partido del caudillo (él dirige tanto uno como otro con total autocracia), originando una relación de dependencia de los ciudadanos y los servicios que presta el gobierno. Las ideologías de las que se viste el populismo (corporativismo, socialismo) no son sino ropajes que ocultan el verdadero rostro de una concepción pre moderna de la política. Los recursos del Estado se utilizan de manera paternalista y clientelar en función de mantener la fidelidad al líder de las masas más desposeídas.

La política venezolana también ha sido permeada por el populismo. Durante casi 100 años la economía del país ha dependido de la renta petrolera. Desde 1923 en que el petróleo sustituyó al café como primer producto de exportación Venezuela vivió más de 50 años de crecimiento económico per cápita y una inflación baja. Esta tendencia se quebró en 1978 y a partir de esa fecha los indicadores económicos son decrecientes o de crecimiento inferior al resto de los países de América Latina. Los partidos democráticos cayeron desde los años 70 en la tentación del populismo con el objetivo final de mantener el poder: clientelismo, asistencialismo, proteccionismo. Se olvidaron de sembrar el petróleo. Esta tendencia se profundizó con el régimen chavista.

Como dice García Banch se ha instaurado un gobierno “petropopulista”. La esencia del socialismo del siglo XXI son las 30 misiones que ha creado el presidente Chávez. Una misión es la expresión más pura del populismo: el “comandante presidente”, movido por su inmenso amor al pueblo, crea un organismo para cubrir una necesidad del ciudadano no atendida por un ministerio del Estado del cual él mismo es responsable. De esta forma lo que es un derecho se convierte en dádiva, lo que es una obligación del Estado en un acto amoroso del líder, las instituciones formales del gobierno se complementan con organismos paralelos informales, la organización y los recursos no se rigen por las normas y leyes de la administración pública ni por los presupuestos ordinarios.

Para tomar la ruta del desarrollo humano sustentable es necesario cambiar de modelo, promover una economía diversificada nacional, generar empleos productivos, formalizar las misiones económicas, educativas y de salud, fortalecer y hacer eficientes las instituciones del Estado, crear un sistema único de seguridad social, en definitiva asumir el modelo de desarrollo socioeconómico de la República Bolivariana de Venezuela dibujado en el artículo 299 y que este gobierno no ha querido aplicar.

Doctor en formación, empleo y desarrollo

Educación y Desarrollo / El tejido empresarial de Ciudad Guayana

José M. Fernández

Estamos tan acostumbrados a identificar a Ciudad Guayana con Industrias Básicas, que cualquier otra actividad económica existente pasa desapercibida, no es tomada en cuenta o simplemente se hace opaca a la información. Es cierto que la urbe nació y se desarrolló por la necesidad de asentar la población para la construcción y funcionamiento de las industrias de electricidad, hierro, acero y aluminio. La fijación de grandes fábricas en “la Zona del Hierro” supuso la inversión de ingente capital financiero, de maquinarias y tecnología y de talento humano tanto para la construcción como para el funcionamiento de los procesos productivos. Esto generó la creación de “economías externas”, conformadas por cantidad de empresas que fueron y siguen siendo proveedores y contratistas de este conglomerado industrial.

Paralelamente se fue edificando una gran ciudad (la quinta por cantidad de población en Venezuela y la primera del Oriente y Sur venezolano) situada en un lugar estratégico de la geografía nacional, puerta para el sur del país y Norte de Brasil, y puerto fluvial-marítimo hacia el Atlántico, creándose una tupida red empresarial dedicada a las diversas actividades económicas. ¿Cómo está configurada esta red en Guayana?

Tomando como base un registro de negocios de la Alcaldía de Caroní correspondiente al año 2006 (la CVG tiene otro registro correspondiente al año 2005) y ordenados según el clasificador internacional de Onudi, Ciudad Guayana cuenta con 12.174 negocios. De ellos, 6.075 (50%) corresponden al sector comercio, 4.740 (31%) a actividades de servicios y 1.110 (10%) a manufactura.

Desmenuzando las actividades económicas, se evidencia que en el municipio no hay negocios registrados en la actividad agrícola lo cual nos indica que la producción agraria es informal y marginal. En el sector manufacturero, 432 compañías se dedican a la construcción, explotación de canteras de arena, piedra, hormigón y refractarios.

Esta actividad es muy sensible al inicio o culminación de grandes obras en Guayana como las represas del río Caroní o construcción de industrias.

La actividad manufacturera metalmecánica la conforman 236 empresas en las áreas de calderería, fundición, metalmecánica y servicios especiales con suficiente capacidad instalada y con potencialidad para ser un actor emergente en el desarrollo de procesos productivos de acero y aluminio de productos terminados. En estos días ha salido de un muelle de Puerto Ordaz una plataforma marina para extracción de petróleo en el golfo de Paria.

Esta es una muestra de que en Guayana se pueden activar multitud de proyectos de transformación.

Hay 240 negocios dedicados al procesamiento de alimentos y bebidas, 40 a la fabricación de prendas de vestir y textiles, 87 aserraderos y carpinterías, 51 litografías e imprentas y 25 empresas químicas de plásticos, pinturas.

¿Cuánto se pueden potenciar estas actividades?

En el sector comercio el conglomerado más importante lo conforman 1.610 sociedades dedicadas a la venta de alimentos y bebidas como supermercados, bodegas, abastos, carnicerías, licorerías y venta de víveres en general. Le siguen en cantidad 1.174 negocios cuyo fin es vender automóviles, maquinarias, equipos, computadoras, y toda clase de repuestos. Si a éstos sumamos las 703 empresas dedicadas a la reparación nos da un monto de 1.867 compañías ocupadas en este sector. Existen 1.102 tiendas que se dedican a vender todo tipo de ropa, calzado y muebles.

En el área de servicios ocupan el primer lugar las 1.102 empresas de mantenimiento conjuntamente con las de servicios profesionales. Entre estas se destacan 115 instituciones de servicios de salud y 175 unidades educativas privadas lo cual indica que la educación y salud oficiales no atienden a una parte importante de la población.

Del total de negocios, 3.893 (32%) están registrados en San Félix y 8.247 (68%) en Puerto Ordaz. En cuanto a impuestos municipales, el sector comercio es el que más aporta, seguido del manufacturero y servicios. Teniendo en cuenta que actualmente se han estatizado Sidor y las industrias briqueteras los impuestos del sector secundario han debido disminuir sustancialmente. La gran industria de Guayana está totalmente estatizada por lo que no hay grandes industrias que aportan impuestos a la ciudad. Según el volumen de impuestos que deben pagar, existen 132 empresas medianas grandes, 998 medianas pequeñas, 3.364 pequeñas y siete mil seiscientos setenta y ocho microempresas.

¿Cómo llevar este tejido económico a su óptimo nivel de capacidad instalada? ¿Cómo incentivar el espíritu creador de los guayacitanos y dar confianza a tantos emprendedores que creyeron en la región y apostaron por su desarrollo? ¿Cómo generar nuevas industrias y trabajo decente? ¿Cómo fortalecer el incipiente tejido industrial en la transformación de productos primarios de acero, aluminio, madera, química, textil, agrícola, para que la economía guayacitana no sufra del síndrome de dependencia de las industrias básicas? ¿Cómo promocionar el turismo? ¿Cómo convertir a Ciudad Guayana en un polo comercial competitivo? ¿Cómo no hacer de esta ciudad el centro motor del desarrollo del oriente y Sur de Venezuela?

Quienes anhelamos una ciudad de progreso y calidad de vida para todos sus habitantes debemos promover el capital humano y el capital social de toda la población: Educación, conocimiento, emprendimiento, sentido de identidad y acuerdo social por una ciudad en la que nos sintamos orgullosos de vivir porque ha sido producto de nuestros sueños y nuestro esfuerzo.

Doctor en formación, empleo y desarrollo

jfernandar@cantv.net

EDUCACIÓN Y DESARROLLO/ La Corporación Venezolana de Guayana. Por: José María Fernández

¿Quién duda que la Corporación Venezolana de Guayana (CVG) ha sido el agente fundamental de la transformación socioeconómica de la región de Venezuela situada al este y sur del Orinoco en los últimos 50 años?

La CVG es una organización singular, sin parangón en toda la historia de Venezuela. Nació como un Instituto Autónomo cuya responsabilidad fue “encauzar las actividades económicas del sector público y de orientar las del sector privado con miras al desarrollo ordenado, dinámico e integral de Guayana” (Decreto de creación 1960). La institución guayanesa y regional por antonomasia, tuvo simultáneamente carácter nacional pues fue la responsable de dirigir el “Programa de Guayana” que siempre formó parte sustancial de los Planes de la Nación. Fue un organismo planificador del desarrollo regional pero también ejecutor, con capacidad para crear empresas e industrias y administrarlas con autonomía.

La CVG fue, durante casi cuarenta años, una institución del Estado venezolano respetada por los gobiernos que colocaron al frente de la misma a sus mejores hombres, dieron continuidad a sus políticas, respaldaron sus programas y proyectos, elaborados y ejecutados por una pléyade de profesionales y trabajadores de todo el país que llegaron a esta tierra con la ilusión de construir un futuro para ellos y para la nación. Guayana llegó a ser orgullo de Venezuela por la cultura del trabajo, por ser escuela de aprendizaje industrial, por ser asiento de la mayor concentración de profesionales de Venezuela, por sus objetivos y por sus resultados.

Es imposible sintetizar en una columna los logros de la CVG. Resaltando los más importantes, la construcción de los complejos industriales siderúrgicos y del aluminio, el desarrollo hidroeléctrico del río Caroní, el gran bosque de Uverito, la construcción de Ciudad Guayana, sus urbanizaciones, sus avenidas, plazas, parques, hospitales, escuelas, liceos, la edificación de las principales infraestructuras del estado Bolívar.

Sin embargo, hay elementos que se soñaron, eran parte del modelo que se aplicó, e incluso se iniciaron y no lograron su crecimiento. Nos estamos refiriendo a la diversificación de la economía, a ser la alternativa no petrolera de Venezuela, a la “transformación aguas abajo de la materia prima”. Rómulo Betancourt pronunció estas palabras en el acto de fundación de Ciudad Guayana: “Tractores, automóviles, y toda clase de maquinarias industriales y agrícolas se producirán de un todo en esta zona que para Venezuela será lo que Pittsburgh para EE UU, el Rhur para Alemania, los Urales para la URSS”.

La CVG a lo largo de su historia se propuso cantidad de proyectos de inversión industrial, agrícola, mineros, de madera, de turismo, de servicios y de investigación: unos quedaron en la etapa de diseño, otros en el estudio de factibilidad, en otros casos se constituyeron empresas que luego no se concretaron, mientras que algunos se iniciaron con un empuje envidiable pero decayeron o quedaron estancados. ¿Cuál es la razón por la que una cartera de proyectos tan rica y diversa quedara congelada en un documento, en un registro mercantil, o simplemente en un impulso inicial promisorio que pronto se paralizó? Posiblemente la respuesta esté en la falta de claridad de políticas macroeconómicas que promovieran la economía nacional (el acceso fácil al dólar petrolero barato ha contribuido a ahogar todo intento de desarrollo endógeno), o en la ausencia de empresarios que asumieran riesgos, o más bien en no haber mantenido una política consecuente y permanente delineada por Rómulo Betancourt en el discurso anteriormente citado: “Errónea e imposible aspiración sería la de que este vasto proceso de industrialización se cumpliera bajo la sola acción estadal y con sólo el financiamiento público. Será el capital privado asociado al capital público el que desarrollará la vasta gama de industrias posibles en una zona en que los recursos son prácticamente inagotables”. (Casualidad: coincidencia con el art. 299 de la Constitución)

En los últimos 12 años la CVG ha recorrido un camino errático que la ha llevado a la pérdida de su identidad como organismo de planificación y ejecución del desarrollo de Guayana. Cuatro cambios en su misión: 1.- Énfasis en el rol promotor y no ejecutor de la CVG (1999); 2.- “La CVG un nuevo destino” en el que se restablece la misión original (2001); 3.- “Reinventar la CVG” y creación del Mibam en el que se asigna a la primera, la promoción del desarrollo de la región Guayana y al segundo la recuperación financiera, comercial y operativa de las empresas (2005); 4.- “Plan Guayana Socialista” en el que la CVG brilla por su ausencia y se crean las corporaciones de Hierro-Acero y Aluminio que dejarían de depender de su casa matriz como ya ha ocurrido con Edelca (2009). A estos cambios de rumbo se suma la desprofesionalización de la gerencia, la centralización de la toma de decisiones en Caracas y el nombramiento en puestos claves gerenciales en personas que ni conocen ni sienten la región.

El presupuesto de la CVG depende del 2% de los ingresos de las empresas tuteladas pero éstas están en una situación tan crítica que no dan su aporte regularmente a la casa matriz. Esta no cuenta con recursos ni siquiera para cumplir con sus obligaciones contractuales con los trabajadores, mucho menos para gastos de funcionamiento o de inversión.

La CVG también está al borde del colapso. Frente a esta situación, los guayaneses ¿no tenemos nada qué opinar? ¿Cómo optimizar el talento humano existente en la organización para impulsar el desarrollo integral de la región?

jfernandar@cantv.net

Categorías: Chema

Las vocaciones productivas de la región Guayana / Por: Jose Maria Fernandez

Sergio Boisier, experto chileno en políticas públicas, propone que para elaborar un Plan de Desarrollo Territorial o Local es necesario confeccionar diversos escenarios: histórico, de contexto, actual, tendencial y estratégico.

Comencemos por el primero. ¿Por qué para construir un Plan de Desarrollo Local, que prefigura el futuro, es necesario escudriñar en el pasado? Porque el análisis de los procesos socioeconómicos históricos permite descubrir potencialidades, condicionantes socio-geográficas, vocaciones productivas vinculadas al territorio, e identidades culturales y sociales con su historia.

Sintetizando las investigaciones que han realizado los historiadores de la Región Guayana podemos identificar diferentes períodos de desarrollo económico y social según el sector productivo emergente en ese tiempo.

1. Actividad agropecuaria: Los conquistadores españoles fallaron durante muchos años en su intento por construir una villa al sur del río Orinoco. La estrategia, que aseguró la fundación de 59 poblados, la permanencia de 29 de ellos y asentó a los indígenas, fue la que utilizaron los misioneros capuchinos creando haciendas para producir alimentos de forma permanente. Cada poblado contaba con un rebaño de ganado vacuno y agricultura para el autoabastecimiento. Pero adicionalmente todas las comunidades administraban un hato que llegó a tener aproximadamente 200.000 cabezas de vacuno y 80.000 de caballar (Cabello 1996). En ese período se fomentó una actividad artesanal suficiente para mantener una población de aproximadamente 21.000 habitantes (Ugalde 1994). En la Misión de Caroní se producían petacas y rejos de cuero, jabón y velas, miel y aguardiente, carbón vegetal, queso y manteca, cuerdas y lana, tejidos y telares, forjas para construir arados, carretas, aperos de labranza, clavos, rejas. (Briceño 1993) Tanta era la fama de la riqueza de Guayana que Marx en su biografía sobre Bolívar llegó a afirmar: “La conquista de la Guayana por Piar había cambiado por completo a favor de los patriotas la situación, puesto que ese solo territorio suministraba más recursos que todas las otras provincias juntas”.

2. Actividad comercial: A partir de la independencia de Venezuela, Angostura se perfila como el puerto comercial más importante del interior de la República y el Orinoco como la mejor vía de comunicación para comerciar productos que se exportaban o importaban desde los Llanos colombianos y venezolanos, y las provincias de Barinas, Apure, Portuguesa y el piedemonte andino. En Ciudad Bolívar se instalan comerciantes alemanes, ingleses, franceses, antillanos, italianos como Perfetti, Winnen-Wiinter, Pedrique y Machado, Dalla Costa, Salom, Wulff, Laeaux, Blohm Krohn, Palazzi, Dalton, Battistini, Hamhm y Schooch. Desde Ciudad Bolívar salen para el exterior café, cacao, cueros de res, venado y caimán, tabaco, algodón, añil, bássamo de copaiba, semovientes. Según Cabello, Ciudad Bolívar hacia 1850 llegó a ser el puerto más importante del país.

3. Actividad minera: El sueño de El Dorado tan añorado por los conquistadores europeos se hizo realidad en 1849 con el descubrimiento de vetas de oro. Según Dalla Costa “Guayana podía glorificarse de poseer el filón más rico del mundo entero: el conocido bajo el nombre de El Callao”. Hacia 1870 se habían establecido en la región del Yuruari 12 compañías extranjeras y venezolanas. El año de mayor exportación de oro fue en 1884. Al finalizar el siglo XIX comienzan a decaer las minas por no ser rentables.

4. Explotación de productos de la selva: A finales del siglo XIX los países más industrializados comienzan a demandar el látex que se extrae de árboles de las selvas tropicales. El caucho y el balatá se explotaron masivamente en la cuenca del Amazonas, el Yuruari y el Orinoco entre los años 1890 y 1920. Pero también se exportó sarrapia, bálsamo de copaiba, y se explotó de forma descontrolada depredando la fauna autóctona, plumas de garza, huevos de tortuga, pieles de caimán y de jaguares…

5. Actividad industrial: A partir de los años 50 del siglo pasado se inicia la construcción en Guayana del mayor centro industrial de Venezuela con la explotación y transformación del hierro, bauxita y aprovechamiento de la energía hidráulica.

Con el objeto de evaluar en su justo término estos períodos, conviene tener en cuenta la evolución de la población del Estado: En 1830 contaba con 13.294 habitantes; en 1873 con 34.073 habitantes y hace 60 años tenía 127.416 habitantes. Según el Censo del año 2001 Ciudad Guayana, Ciudad Bolívar y Upata tienen el 82% de la población del estado Bolívar y ocupan apenas el 3% de un territorio de 237.100 km2 el cual, al día de hoy luce prácticamente deshabitado y en gran parte inexplorado. El 80% del estado Bolívar está ocupado por 50.361 indígenas y su modo de producción es el tradicional de estos pueblos: caza, pesca y agricultura de conuco. En los últimos años la etnia pemón se ha incorporado sin perder su identidad, lengua, y estructura social a la actividad turística. La exploración, investigación, y el turismo de aventura pueden constituirse en una nueva actividad económica floreciente.

¿Por qué en un futuro modelo de desarrollo para Guayana no se pueden articular simultáneamente sus diferentes vocaciones históricas incorporando en todas ellas ingredientes indispensables en una economía del siglo XXI como son la investigación, el conocimiento y la preservación del ambiente?

(*) Doctor en formación, empleo y desarrollo

jfernandar@cantv.net

De Grazia “En Guayana se demostró una vez más el verdadero rostro del régimen”


CIUDAD GUAYANA/Prensa LCR.-

El diputado a la Asamblea nacional y secretario general de La Causa R en el Estado Bolívar, Américo De Grazia, expresó ayer en rueda de prensa, acompañado por el candidato a alcalde de Caroní por LCR, Luís Medina y el abogado José Márquez, precandidato a alcalde en el Municipio Sucre, que con los últimos sucesos acaecidos en Guayana, la semana que acaba de concluir, en materia de criminalización de la protesta, “en Guayana se mostró el verdadero rostro del régimen”.

En ese sentido, se refirió a tres hechos que, a su criterio, “delatan la naturaleza de este gobierno”.

Caso Los Clavellinos

-El primero de ellos –citó- tiene que ver con lo acontecido en el sector Los Clavellinos en la vía El Pao, donde fueron detenidos y puestos a la orden de los tribunales bajo el régimen de presentación, 39 vecinos del Municipio Caroní, por protestar tanto el asfaltado como el sistema eléctrico.

“En este país, protestar, porque no hay ni siquiera derecho al diálogo, a la conversación y a los acuerdos y no estamos hablando de “guarimberos” ni de dirigentes vecinales afectos a la Mesa Democrática o a los partidos demócratas, sino que estamos hablando, incluso, de gente afecta al partido de gobierno, pero que en vista de que no se les cumplen sus requerimientos comunitarios decidieron entonces por el camino de la protesta, recibiendo como respuesta la represión”.

Los mineros de Sucre

Como segundo evento que el parlamentario inscribe dentro de la “criminalización de la protesta”, mencionó el ocurrido en el Municipio Sucre, capital Maripa, al oeste del estado Bolívar, “en donde los mineros del Alto Caura fueron perseguidos, acosados, encarcelados y todavía hay muchos no se sabe del destino que van a sufrir, presumimos que van a ser puestos también a la orden de los tribunales competentes por ejercer la minería”.

-En esto –agregó- queremos precisar que para nosotros la actividad minera, si bien, de alguna manera tiene que ser regulada por el estado, tiene que haber espacios para los mineros venezolanos, de la misma forma y de la misma manera que hay espacios para las grandes trasnacionales rusas, chinas y canadienses.

“Si hay espacios para ellos”, preguntó, “por qué no hay espacios para los mineros venezolanos. Si en el Alto Caura no pueden trabajar, la pregunta es dónde los mineros venezolanos pueden trabajar. Esa es parte de la clave que nosotros hemos establecido a lo largo de los últimos tiempos”.

En tal sentido, el diputado De Grazia consignó que “se puede desarrollar la minería en armonía con el medio ambiente, sólo que estos señores (el gobierno regional y nacional) no tienen planes para desarrollar la minería, sino para entregársela a las grandes transnacionales, y allí hay violación a los derechos humanos”.

Anunció, que este fin de semana estarán en la zona de Maripa, acompañados de por Carlos Chancellor y el abogado José Márquez, dirigente político del Municipio Sucre.

Terrorismo sindical

Como tercer aspecto de “la criminalización de la protesta en Guayana”, el diputado Américo De Grazia hizo referencia a la calificación de despido de la Plancha 79 en las elecciones sindicales de Ferrominera Orinoco, todos sus miembros partidarios de del Secretario general de Sintraferrominera, Rubén González. “Criminalizando la protesta, el mismo hecho de que unos trabajadores se atrevieran a desafiar electoralmente a la plancha oficialista del gobernador del estado”.

-Eso –concluyó- es bueno que lo coloquemos en blanco y negro, porque estamos estrenando también una modalidad de terrorismo sindical, que habíamos conocido antes con la persecución y el encarcelamiento de Rubén González. Pero que además hay un hecho adicional, que es la detención de Ronny Álvarez, quien está preso e inculpado injustificadamente por el homicidio de Renny Rojas López, quien de alguna manera fue víctima del presunto homicida, Héctor Maicán, quien fue puesto en libertad para ahora encarcelar a un muchacho (Ronny Álvarez) inocente, que no tiene absolutamente nada que ver con eso, que jamás ha tenido antecedentes penales, que no tiene porte de armas y a quien se le está incriminando de un homicidio que no cometió.

“Pareciera que el único delito que está permitido en Guayana, es robar cabillas. Todos los demás delitos están sujetos a la persecución del Estado venezolano, en este caso de la gobernación del Estado Bolívar y por supuesto, de agentes del oficialismo que han utilizado la cárcel, los tribunales y las instancias de poder dentro del aparato judicial, para incriminar, encarcelar, recriminar y criminalizar la protesta en la región.

Cuencas

En la fase de preguntas y repuestas, el diputado Américo De Grazia indicó que en La Causa R, son claros y que así quedó expresado en el Plan de Ordenación Territorial promulgado en el año 1995 por el entonces gobernador Andrés Velásquez, en el sentido de preservar las cuencas del Caroní, del Caura y de todos los ríos del Estado Bolívar.

Significó, que esa posición de La Causa R va más allá de Guayana, sino que hay que preservar las cuencas de todos los ríos de Venezuela, pero que el gobierno, que tiene el Plan Caura, actúa con doble discurso y falso nacionalismo.

Señaló, que “para nosotros esa no es la discusión”, sino que “aquí lo se persigue y se condena a los mineros venezolanos al peregrinaje y al desertar de las zonas mineras, en función de proteger, avalar y estimular, en todo caso, la minería de las grandes transnacionales”.

Citó como ejemplos, que “fueron desalojados los mineros venezolanos de las Cristinas, en Las Claritas, para entregársela a los canadienses, en Icabarú están siendo desalojados los mineros venezolanos para entregársela a los chinos, y en La Ramona, que publicitariamente el gobierno le llama La Increíble 6, que es la zona por excelencia de los pequeños mineros de El Callao, fueron desalojados el 28 de diciembre pasado (el día de los inocentes) para entrégasela a los rusos”.

“Cómo es posible que se hagan estas operaciones de desalojo de los venezolanos para entregárselas a las transnacionales y a los venezolanos no les crean ni les dan la esperanza de poder trabajar ninguna zona, por supuesto esta anarquía provocada es lo que origina que los mineros se metan en donde mejor les parezca en una actividad de buhonería minera y para que eso no ocurra tiene que haber un ordenamiento territorial y el Estado tiene que asumir el compromiso de regular la actividad minera en la región de Guayana, cosa que ellos reniegan y resienten de hacerlo porque, incluso, se niegan a discutir en los escenarios donde tienen que hacerse, como la Asamblea Nacional, la Comisión de Minas de la Asamblea Nacional y en el propio MIBAM”.

Violación de derechos humanos

Por su parte el abogado José Márquez, del Frente de Lucha por el Rescate del Municipio Sucre, señaló que el 14 del pasado de mayo el Presidente de la República, a través del Vicepresidente Elías Jaua, y empleando al ejército venezolano, desalojaron de manera violenta a los mineros de la región del Caura, oportunidad en que se les prometió el programa de reconversión minera y créditos a través de Fondafa y “miles de cuestiones alternativas”.

“A estas alturas, eso no ha ocurrido y el Municipio Sucre, que es una zona de tradición productiva, está abandonado, los mineros siguen en una situación de abandono, entre las pocas alternativas que tienen ahorita los habitantes de la zona es la actividad minera y lo que reciben es atropellos, represión y violaciones a sus derechos, en tanto que hasta ahora no se ha presentado ninguna comisión a buscarle solución a la problemática que confrontan los habitantes del Municipio Sucre y de manera especial los mineros y productores”, significó.

Márquez, recordó al Teniente Coronel García Niño, de quien dijo dirige la operación en el Municipio Sucre, que el Artículo 23 de la Constitución establece que los delitos de violaciones a los derechos humanos no prescriben y son perseguidos por siempre.

En ese sentido, dijo que en el caso del Municipio Sucre, ha habido violación sistemática de los derechos humanos. “Allí fueron quemados los enseres, hasta sus cédulas, fueron desnudados y tirados al río, las mujeres fueron desnudadas también, fueron golpeados salvajemente, tenemos versiones al respecto y estamos procesando y canalizando para formular las denuncias ante los órganos competentes”.

Concluyó haciéndole un llamado a la reflexión, al gobierno nacional y regional, y “especialmente al gobierno del municipio Sucre, por intermedio de la alcaldesa Amelia Celeste de Figarella, que interceda y no deje masacrar a su pueblo nuevamente, porque el pasado mes de mayo la represión alcanzó tanto a los mineros como a los pobladores de Maripa, y la exhortó a dar cumplimiento a las bombas móviles de gasolina que prometió”.

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1.- El diputado Américo De Grazia, acompañado por el abogado José Márquez y la dirigencia de LCR.

2.- “Pareciera que el único delito que está permitido en Guayana, es robar cabillas”, dijo De Grazia, acompañados, entre otros, por Luís Medina, Alberto “Morocho” Martínez y el profesor José (Chema) Fernández, entre otros.