Democracia Radical

En el año 1994, poco después de la desaparición del comunismo en la Europa Oriental y en la Unión Soviética en una entrevista conjunta a Jurgen Habermas y Adam Michnik: entrevistador: Y ahora la segunda pregunta:

– ¨Qué está a la izquierda del socialismo?
– Habermas: La democracia radical.
– Michnik: Estoy totalmente de acuerdo.

Es necesario señalar que esta reflexión acerca de la democracia radical ocurre en los 90, pero a finales de los años 70 y con más intensidad en los dos años que preceden la muerte de Alfredo Maneiro en Octubre de 1982, ya Alfredo Maneiro desarrollaba y aplicaba el concepto de democracia radical. En sus charlas Alfredo señalaba la necesidad imperiosa de rescatar la filosofía y la política democrática, abandonada por los revolucionarios, por la renuncia a través de una vergonzante sesión para uso exclusivo de los liberales, como si se tratase de un estigma. Abdicar la lucha por democracia a cambio de la dictadura del proletariado lo consideraba un error garrafal. Alfredo estaba consciente de que el ideal democrático, concebido como una lucha desde la raíz para ampliar la participación y ejercicio directo en la toma de las decisiones, se constituye en un planteamiento profundamente revolucionario y transformador. Ampliar y profundizar la democracia es su planteamiento político concreto y ello no se circunscribe exclusivamente a la vida política o partidista, si no que debe constituirse en una practica social. Es bajo esta premisa que se comienza a construir el movimiento sindical en Guayana, conocido posteriormente como Nuevo Sindicalismo. La democracia radical es una democracia sin límites en la concepción que pregonaba Alfredo Maneiro. Constantemente señalaba que las barreras a la democracia no las poníamos desde nuestro campo. La democracia no tiene límite; “Que se la pongan ellos”, decía.

Pero si la democracia radical es una respuesta del socialismo burocrático, antidemocrático y autoritario, también responde al anquilosamiento de la democracia formal que se limita única y exclusivamente a la celebración de elecciones considerando solo la vigencia de algunas libertades democráticas, y muchas veces estas sufren la mediatización e incumplimiento de la representatividad, como de cierta manera ha ocurrido en nuestro país y en Latinoamérica.

Por eso somos y debemos ser: Democratas Radicales

Lucas Matheus

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