Fernando Goyenechea "Gobierno convirtió a empresas básicas en un paquidermo que no puede caminar"

Entrevista a Fernando Goyenechea

Cristóbal Pierluissi H. Especial para El Progreso

Lo prometido es deuda y tal como lo anunciamos en edición anterior, hoy ofrecemos a nuestros lectores, el segundo trabajo derivado del Encuentro de Activistas Sindicales, celebrado el pasado sábado 31 en Puerto Ordaz, convocado por Andrés Velásquez. ex-Presidente de SUTISS, cofundador del Nuevo Sindicalismo, ex Gobernador del Estado Bolívar y ex Diputado a la Asamblea Nacional, como una contribución al debate sobre la realidad de Guayana, la lucha de los trabajadores y del movimiento sindical, lo atinente a los derechos laborales, la libertad sindical, el papel de los trabajadores frente a la realidad política nacional, la necesidad de reivindicar el papel de vanguardia de la clase trabajadora de Guayana en el ámbito nacional, la situación económica y su repercusión en los social y político.

El de apertura del evento, correspondió a la propuesta de Nuevo Poder Sindical, esbozada por el abogado laboral Eleuterio «Tello» Benítez, ex-Secretario General de SUTISS y también fundador, junto con Velásquez, del Nuevo Sindicalismo.

Fernando Goyenechea, Presidente de la Cámara de Industriales y Mineros de Guayana, uno de los ponentes e invitados especiales del evento, disertó sobre el Estado como empresario, la crisis de las empresas básicas y propuestas para su solución.

Con él abordamos la materia y como colofón de la entrevista, lo que tiene que ver con la crisis del sector eléctrico, acerca del cual el diario El Progreso ha sido uno de los primeros en informar ampliamente con la participación de todos los actores y sectores del sistema eléctrico y de la vida regional y nacional, de la manera más amplia y plural, sobre lo cual Fernando Goyenechea también aporta informaciones que ayudan a la comprensión del problema.

Estamos frente a un ingeniero mecánico, proveniente de su natal Estado Zulia y con más de 30 años de arraigo en la zona de Guayana, donde ha descollado como trabajador ejerciendo funciones supervisoras y ejecutivas de la Siderúrgica del Orinoco, ha estado prestado a la gerencia pública en el. Grupo CVG y en los últimos años a la actividad privada. Podría afirmarse con propiedad, que Fernando Goyenechea es uno de los nuestros, «un guayanés por adopción», como él mismo lo destaca.

FALTA DE INVERSIONES Y ABULTAMIENTO DE NOMINAS

-¿Qué pasó en Guayana, después de haber sido el gran polo de desarrollo y del pleno empleo?
-La crisis que tenemos en Guayana se puede resumir en dos grandes acciones que se dejaron de tomar: Una, no se invirtió en adecuaciones tecnológicas y en mejoras en esas empresas durante quince años. Recordemos que en la época de la privatización, como se iban a vender las empresas, no tenía mucho sentido invertir dinero, de parte del estado venezolano, si de todas maneras las ibas a vender. Entonces, ahí se empezó a detener las inversiones. En Sidor, no ocurrió el problema tan grave como en las del aluminio, porque Sidor, efectivamente, se logra vender. Pero como las (empresas) del aluminio no se venden, tienen las desinversiones desde aquel entonces. Ese es el primer caso; es decir, tenemos unas desinversiones, un problema de falta de mantenimiento, etc.

-¿Y como segundo aspecto o acción de esa crisis, qué aprecia?
-Sencillamente, que durante todo ese tiempo, no ha habido fuentes de trabajo alternativas. Guayana sigue creciendo, como todas las regiones del país, sigue entrando mano de obra al mercado laboral y no hay puestos de trabajo. Entonces, qué es lo que ha hecho el gobierno irresponsablemente, los manda a todos los desempleados a los portones de las empresas básicas y estas se han inflado como un cochino, como un paquidermo, que no puede ni caminar de la obesidad que tiene en cuanto a mano de obra.

-¿A qué atribuye eso?
-A que no hay ninguna otra alternativa. Las únicas alternativas que se hicieron durante diez años, son las de construcción. Pero la construcción tiene la bondad de que emplea mucha gente, por dinero invertido, pero se agota rápidamente, son de ciclos muy cortos. Se hizo un puente y a los dos años se acabó, se hizo Macagua y a los dos años se acabó, se hizo Caruachi e igualmente a los dos años se acabó como fuente de trabajo. O sea, son puntuales, y lo que se necesita son puestos de trabajo sustentables, fijos en el tiempo; y ese tipo de inversiones no se ha hecho ninguna que el gobierno pueda mostrar. Al revés, ha destruido empresas que tenían ese empleo y que ahora no los tienen. Vale decir las briqueteras, Cerámicas Carabobo, Tavsa y toda una larga lista de empresas que antes empleaban y ahora no. ¨Para dónde va esa gente? Para las empresas básicas. Y estas cada vez se vuelven más ineficientes. Entonces tenemos, que la desinversi•n y el exceso de personal son los dos problemas graves que han traído a la situación de las empresas básicas a donde están ahora.

PEQUEÑAS EMPRESAS GENERADORAS DE EMPLEOS ESTABLES Y PRODUCTIVOS

-¿Qué hacer para conjurar esa crisis y cómo absorber esa mano de obra que está allí en las empresas básicas?
-Nosotros estamos proponiendo lo siguiente: En vez de invertir nuevamente en empresas básicas, que ya lo hicimos, a las empresas básicas hay que invertirles es en tecnología, mejoras de mantenimiento, etc. Hay que darles plata para que funcionen, porque deben plata a todo el mundo: a Edelca, a la empresa de agua, a todas las pequeñas y medianas industrias que les prestan servicios.

-Pero además de hacer eso, tenemos que hacer un plan de racionalización de personal. Entonces, ¨qué hacer con ese personal? La manera más práctica de conseguirle trabajo a esa gente, no es ni a través de inversiones en las mismas empresas, de ampliaciones, porque salen muy caras, ni tampoco en construcción, porque la construcción debiera funcionar aparte de todo esto; sino en pequeñas y medianas empresas. En ves de tener cuatro o cinco grandes inversiones en las empresas básicas, tener miles de empresas pequeñas, que por decir un número, el plan que proponemos nosotros dice 3 mil millones de dólares alcanzaría para 350 empresas de un promedio de cien trabajadoras por empresa, de ese tipo de tamaño.

-¿Y eso es sustentable, en qué tipo de empresas?
-Desde luego. Porque el costo de inversión, por puesto de trabajo nuevo, sustentable, es del orden de los 85 mil dólares, cuando en las empresas básicas cuesta casi un millón de dólares. Decimos eso primero.

¿De qué tipo de empresas habla?
-Primero, empresas que hagan lo más posibles productos finales y cuando decimos que hacemos productos finales, es porque le hemos dado mucho valor agregado. Es decir, que tomamos una lámina de aluminio, por ejemplo, y hacemos bandejas para alimentos, que es una empresa. Otra empresa, con cilindros de Venalum y hacemos estrucciones y perfilería para vendérselos a la industria de la construcción para hacer ventanas y puertas. Ese tipo de empresas que nosotros estaríamos potenciando. En el acero igualmente, estructuras para la construcción, más laminadores pequeños de cabillas que los alimenten con acero excedentario que tiene Sidor; y así sucesivamente, transformarlos en el país, generando empleos estables y productivos…

SUSTITUIR IMPORTACIONES EXPORTAR Y TRAER DIVISAS

-¿Los rieles para el Sistema Nacional Ferrocarrilero, que por cierto formaba parte de la Propuesta Acero del Nuevo Sindicalismo cuando se planteó la privatización de Sidor, muy bien podrían haberse hecho con acero de la siderúrgica?
-Bueno, los rieles se importan y estamos importando tubos petroleros y tenemos a Tavsa parada, más contradicción que esa imposible.

Retomando su propuesta -y la de la Cámara de Industriales y Mineros que preside- Fernando Goyenechea, afirma que ese plan está basado fundamentalmente en producir para exportar.
Al respecto sustenta: «porque si hacemos toda esa cantidad de empresas que estamos diciendo, por supuesto que el país no tiene capacidad de consumir todo lo que ellas producirían. Si van a consumir, y esa debe ser una de nuestras primeras metas, es que tratemos de sustituir importaciones, lo que no hemos hecho durante 40 años a pesar de que lo seguimos diciendo pero no lo hacemos; y de los 40 estoy hablando de los últimos once años».

-¿Pero sustituir importaciones y exportar supone reglas claras, porque hasta ahora lo que alegan los empresarios nacionalmente es que tienen como una especie «camisa de fuerza»?
-Por eso es que además de sustituir importaciones, generar exportaciones para traer dólares al país, traer inversiones y dinero fresco, que a su vez van a generar nuevas inversiones y más fuentes de empleo y bienestar colectivo.

-Ahora, efectivamente, el problema es que para que esa red funcione, nosotros tenemos que ser competitivos. Si agarramos a un trabajador de Venalum, que ya es muy caro, tal y como está, porque tiene un contrato y lo vamos a poner a trabajar en una empresa como las que estamos planteando, por supuesto que va a aspirar ganar por lo menos lo mismo. Con esa mano de obra, que la nuestra en este momento es la más cara de toda América Latina, con los costos de los insumos que tenemos, de electricidad, de agua, industrial, etc., tan caros, no podríamos exportar porque no seríamos competitivos.

HAY QUE MODIFICAR EL MARCO MACROECONÓMICO

-¿Qué proponen ante esa realidad?
-La otra condición importantísima que hay que modificar es el marco macroeconómico. Nosotros no podemos seguir anclados con el dólar a 2,15 (bolívares fuertes). Imposible. Ningún país puede mantenerse en esta situación que tenemos, que lo que hace es una distorsión y generar más bien toda una corrupción con el manejo del dólar y con las finanzas de este país, que cada vez que se emiten unos bonos, el 80 y 90 por ciento de los bonos lo toman los grandes inversionistas de siempre para hacer negocio fácil a cuenta del dinero, de un dinero que, recordemos, finalmente es un dinero nuestro. Y esa deuda es nuestra, de todos los venezolanos.

-Nosotros (bueno el gobierno, pero la carga es de todos) estamos endeudando este país y no le estamos dando ningún beneficio, simplemente lo que estamos es «mancorrer» la arruga, conseguir dinero inorgánico para mantener las nóminas, darle plata a la gente para que compre cosas y luego, al final del camino, estaremos peor que antes, porque estaremos igual, muertos de hambre, porque no tendremos plata y además con una inmensa deuda que antes no teníamos.

-¿Para las pequeñas y medianas empresas como las que representa, cómo revertir esa situación, ahora y en el marco de esa propuesta de plan?
-Ese marco macroeconómico, definitivamente, hay que resolverlo, hay que arreglarlo, hay que darles incentivos a los exportadores. A través, si no se quiere cambiar completamente el signo monetario, de tener un cambio dual, uno para la alimentación, las medicinas y las cosas de absoluta primera necesidad anclado, pero todas las demás con un cambio libre. No se le puede cobrar bajo el mismo criterio a un ciudadano común, la electricidad de su casa, que lo que le vas a cobrar a una industria, porque si quieres que la industria sobreviva, tienes que darle un incentivo, cobrarle menos para que sus productos puedan ser exportados, además de dar empleo a mucha gente, y al país pueda ingresarle divisas producto del trabajo, de la producción y la productividad, que podamos exportar otros productos no tradicionales y distintos al petróleo y productos primarios, como hasta ahora. La eterna aspiración y planteamiento que sigue siendo una utopía o en el menor de los casos algo espasmódico y no sustentable, como queremos y estamos planteando. Volvemos a lo mismo. Ese es el plan.

-¿Y tiene pertinencia en este momento?
-El plan funciona, obviamente, se ve de anteojitos, si el gobierno nacional aporta esos cambios estructurales. Si no los aporta, también será un dinero perdido, tendremos un cementerio de nuevas fábricas quebradas…

DIVERSIFICAR ECONOMIA GUAYANESA

-¿Y lo otro sería diversificar la economía, sobre todo lo que tiene que ver con la parte productiva y agroalimentaria de Guayana…?
-Correcto, hay un tercer aspecto de la conferencia con los dirigentes y activistas sindicales. Yo hacía énfasis en lo que se ve de anteojitos; es decir, agarrar el acero y el aluminio y darle valor agregado. Pero también tenemos que diversificar en turismo y en madera. Nosotros hicimos una inmensa inversión en madera, en Uverito y no la estamos aprovechando, se está perdiendo. Invertir en oro, donde tenemos unas inversiones hechas y no se está manejando bien la política minera, tanto del oro como del caolín y otros minerales. Por decir un ejemplo, Guayana pudiera tener en este momento la fábrica de baldosas más grande de Latinoamérica, porque nosotros tenemos el caolín, tenemos la materia prima, aquí. ¨Por qué no lo hacemos? Porque no es negocio, primero no hay condiciones seguras, no hay seguridad jurídica. Ninguno, por muy loco que sea va a venir a invertir en estas condiciones; y, en segundo lugar, las condiciones macroeconómicas no permiten exportar, no nos vamos a comer luego la cerámica, tenemos que hacer cerámica para venderla y tenemos que tener unos costos competitivos.

NO LE «PARARON» A EDELCA Y HOY TENEMOS LA CRISIS

No podíamos cerrar esta entrevista con el ingeniero Fernando Goyenechea sin tocar el tema eléctrico.
-Lo hemos venido diciendo desde hace más de seis meses. No le «paran» a Edelca, se va a venir eso abajo. Claro, se trata de un problema de larga data que no se hizo el plan de inversiones que tenían que hacer, y ahora estamos viendo las consecuencias -consigna de entrada el dirigente empresarial.

Recordó cómo mucho antes, en tiempos de la privatización, el ingeniero Andrés Mata, quien primero trabajó en Edelca y luego fue presidente de CVG-Fesilven, quien con toda la autoridad y experticia alertaba sobre el problema.

-El plan que en el 2002 se le presentó al gobierno central, alertaba que no podemos depender exclusivamente de un sistema hidroeléctrico, porque estos, en primer lugar, están sujetos al ambiente, por el clima, ya pasó. Dos años después del 2004 fue la gran crisis de sequía que afectó a los embalses, ya en Macagua habían apagado algunas turbinas y estaban a punto de comenzar a apagar en Guri.

-¿Y qué se decía al respecto?
-Es que no podemos prescindir de las plantas termoeléctricas, como Planta Centro, que tenemos que construir más, sobre todo teniendo las ventajas de contar con petróleo y gas. Eso es como la planta eléctrica que se tiene en casa. Se funciona normalmente con la que viene de la calle, pero para la emergencia está la planta de la casa. Así, para el país, todo el Caroní, que es la energía normal, pero faltaba repotenciar Planta Centro que estaba muy mal, repotenciar la Planta de Tacoa, hacer una nueva en Maracaibo y así otras que estaban en el Plan. Y había dinero y dónde sacar los recursos.

Coincide con la propuesta del experto en generación, Dr. César Quintini, quien ante la emergencia y como alternativa al sistema hidroeléctrico, propuso tres nuevas plantas termoeléctricas, una en Maracaibo, otra en Anzoátegui y otra en Margarita, «porque se corresponden con el plan presentado al gobierno en el 2002».

-¿Y qué pasó con ese Plan del 2002?
-En pocas palabras, no le «pararon». No le hicieron caso. Y por eso estamos como estamos. Pero es que además, antes el ingeniero Andrés Mata y luego mucha otra gente, ha estado alertando sobre la materia… Un poco lo que pasó con el dengue en Aragua, que la Federación Médica planteó declarar la emergencia en su momento (en los primeros años del actual gobierno), pero en lugar de hacerle caso lo que hicieron fue enfrentar al gremio médico y ahora tenemos al dengue enseñoreado en Aragua y el país…

-¿Pero se ha dicho que lo que hay es derroche de energía?
-Estamos ahora con la afirmación bizarra de que estamos despilfarrando la electricidad. Eso no es cierto, la curva de consumo eléctrico es típica en todas las estadísticas mundiales, que crece con el crecimiento demográfico. Mientras más gente, mayor consumo de electricidad.

-¿Y la oferta estuvo por debajo de la demanda?
-No había producción, exactamente. Cuando se hablaba del asunto, lo que se alegaba era que ya viene el arranque de Caruachi. Además, esas plantas hidroeléctricas son lentas de construir, se necesita tiempo y de una inversión muy grande. Lo que pasa es que no hubo el mantenimiento serio y sostenido… Como reflexión final, el Presidente de la Cámara de Industriales y Mineros de Guayana, hace el símil, para reforzar su apreciación de la falta de inversiones y mantenimiento oportunamente en el sistema hidroeléctrico, con lo que es el autobús y el ferrocarril, en el sentido de que «el ferrocarril cuesta mucho más plata que una flota de autobuses, pero a largo plazo muchísimo más barato, porque el mantenimiento y efectividad de ferrocarril, comparado con los autobuses, es muchísimo menor».

La Causa Radical Guayana

Trabajadores de CVG Carbonorca tomaron Inspectoría del Trabajo

En horas de la mañana de ayer, los trabajadores de CVG Carbonorca en solidaridad con el director laboral, Daniel García, protestaron en la Inspectoría del Trabajo, para que las autoridades de la mencionada instancia se pronuncie en favor de dar entrega de la conflictividad legal pedida por los trabajadores ante los abusos y atropellos a que son víctimas por parte de la directiva de la empresa.

La movilización se inició a partir de la entrada del segundo turno del día con una asamblea de trabajadores en el portón principal de la compañía, donde se decidió la solidaridad con el compañero despedido en su petición de reenganche y además para realizar una toma pacífica en la sede del Ministerio del Trabajo a nivel regional para acelerar un pronunciamiento a la petición de la activación de las 120 horas previas a la huelga legal.

La movilización fue acompañada por dirigentes sindicales de la región, quienes se sumaron al acto de solidaridad con García, quien por órdenes del jefe de Personal de CVG Carbonorca fue despedido de la empresa, por supuestamente haber incurrido en hecho de corrupción al incluir a su sobrina como una carga familiar.

Para el trámite del reenganche, García llevó la documentación donde un Tribunal de Menores en el año 1993, le entrega la patria potestad de su sobrina, por lo tanto existe la legalidad para realizar la inclusión de su sobrina como parte de su carga familiar.

Navas recalcó que su caso no es un hecho aislado en la empresa, debido a que existen más de 15 trabajadoras víctimas de acoso laboral por parte de la nueva administración, así como los despidos de empleados e incumplimiento de los beneficios de los trabajadores.

En la Inspectoría del Trabajo, se realizó una especie de asamblea de trabajadores, donde la representación sindical de Sutracarbonorca volvió a exigir que se entreguen las 120 horas para el llamado a huelga con solicitud a las graves irregularidades que existe en la empresa.

También en voz de Robert Pinto, secretario de trabajo y reclamo de Sutracarbonorca se aprovechó la ocasión para hacer un llamado al presidente de la República, Hugo Chávez Frías, para revisar las filas gerenciales en las empresas del aluminio que se encuentran destruyendo a la factoría.

“Meta el ojo a Guayana, aquí tiene una bomba de tiempo que le va explotar en la cara, estamos cansados de designaciones a dedo de dirigentes que vienen a lucrarse con el sudor del trabajador, eso no lo vamos a seguir tolerando (…) los golpistas y guarimberos no están en Estados Unidos, sino en las empresas básicas”.

Pinto expresó que su sindicato no va a seguir permitiendo que sigan los atropellos con la masa obrera, tal como ocurre con los despidos y las calificaciones que han existido en CVG Carbonorca. “Hemos llegado a un momento que jamás se ha visto, nos vulneran el derecho al salario, donde nos ponen tres o cuatro días para pagar las quincenas, llegó la hora de la verdad en Guayana”.

En ese sentido, Emilio Campos, secretario general de Sutracarbonorca, expresó que en la pluma de la coordinadora de la Inspectoría del Trabajo, se encuentra la oportunidad de que los trabajadores puedan ejercer el derecho de la libertad y autonomía sindical por lo que la emplazó a dar una respuesta a los trabajadores de CVG Carbonorca, Incanal y CVG. “Firme ese auto, ya que nosotros sabemos que hacer, nosotros no vamos a destruir a CVG Carbonorca ni el sector del aluminio”.

La Causa Radical Guayana